dimarts, 2 de març del 2010

gotas de océano, puntas de icebergs

Hola Caracola!

Hueles a mar. ¿Puedo escucharte? Me apatece oír las olas de tus tierras. Y el finisimo chillido del viento que sutilmente les da fuerza suficiente para llegar a sus destinos.

Me apetece, a menudo, empaparme de energía marina y del optimismo de sus faros. Por cierto... ¿tu crees que algún faro se ha perdido alguna vez? Algua que otra leyenda existe... ¿como puede perderse el punto de referencia? y si se pierde el punto de referencia..¿nos perdemos todos? ¿se pierde el optimismo? no, ¿verdad? Entonces... ¿quien es el faro aquí? ¿somos todos faros? Espero no resolver nunca todas estas preguntas, si así fuera, probablemente acabaría convirtiendome en la reina de los mares, y eso no me apetece en absoluto.

Bueno hermana Caracola, debo dejarte, yo no soy más que un Granito de arena en esta otra playa del mundo. Ya muy cerca de la orilla estoy viendo mi ola llegar y debo decirte mis últimas palabras junto con mi primer impulso hacia la mar: nadie nos ha ensañado a navegar... ¡pero lo estamos consiguiendo!

2 comentaris:

  1. Cómo no… una vez más… has hecho que me emocione MUCHO con tus palabras…

    A mí se me acaban cuando me toca agradecerte todo lo que has hecho y haces cada día por mí.
    Porque siempre estás ahí, siendo mi faro para alumbrarme en tantos momentos…

    No sé si se puede perder el punto de referencia…a veces da la sensación de que todo está perdido, de que se nos han agotado los ánimos y las fuerzas y no sabemos hacia dónde navegar ni si el esfuerzo o la esperanza nos llevarán a algún sitio…pero yo agradezco el tener cerca (a pesar de la distancia) a personas tan especiales como tú, que me hacen volver a intentarlo una y otra vez, a pesar de perderme en ocasiones… ...


    Puede que sólo seamos una gota en ese océano…un grano de arena en esa playa…pero eres una parte imprescindible del mundo, de mi mundo… y el mundo no tendría el mismo sentido sin ti!


    Gracias por enseñarme tantas cosas…por ser mi “hermana”, por enseñarme a ganarle un pulso al tiempo, a llenar mi “mochila de optimismo” tantas veces, a cantar el lerelerele cuando la vida te sonríe y también cuando te da la espalda, a ser consciente de que todo ocurre por algún motivo (aunque no sepamos cuál es), a seguir creyendo en los sueños … podría agradecerte tantas cosas…pero me quedaría corta, así que no quiero estropear este texto alargándome...


    Cada uno de nosotros lleva
    por debajo de la máscara
    fría y dura de lo cotidiano
    un paraíso lleno de lugares
    secretos e intangibles...
    que sólo revelamos a
    algunas personas...
    aquellas a las que escoge
    nuestro corazón.



    Te nimio plus diligo

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  2. Tienes la llave para abrir la puerta a la esperanza. :)

    algunas personas...
    aquellas a las que escoge nuestro corazón.*

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