dimarts, 2 de març del 2010

gotas de océano, puntas de icebergs

Hola Caracola!

Hueles a mar. ¿Puedo escucharte? Me apatece oír las olas de tus tierras. Y el finisimo chillido del viento que sutilmente les da fuerza suficiente para llegar a sus destinos.

Me apetece, a menudo, empaparme de energía marina y del optimismo de sus faros. Por cierto... ¿tu crees que algún faro se ha perdido alguna vez? Algua que otra leyenda existe... ¿como puede perderse el punto de referencia? y si se pierde el punto de referencia..¿nos perdemos todos? ¿se pierde el optimismo? no, ¿verdad? Entonces... ¿quien es el faro aquí? ¿somos todos faros? Espero no resolver nunca todas estas preguntas, si así fuera, probablemente acabaría convirtiendome en la reina de los mares, y eso no me apetece en absoluto.

Bueno hermana Caracola, debo dejarte, yo no soy más que un Granito de arena en esta otra playa del mundo. Ya muy cerca de la orilla estoy viendo mi ola llegar y debo decirte mis últimas palabras junto con mi primer impulso hacia la mar: nadie nos ha ensañado a navegar... ¡pero lo estamos consiguiendo!